
La receta resumida en la declaración final de la cumbre incluye los ingredientes ya agregados por el Reino Unido, Japón, Alemania y China, entre los que se encuentran la baja de las tasas de interés y estímulos fiscales mediante recortes o reembolsos de impuestos.El Congreso de EE.UU. aprobó y el presidente Bush promulgó en febrero pasado un reembolso de impuestos, que distribuyó unos 155.000 millones de dólares a más de 130 millones de contribuyentes, pero ahora se resiste a otra dosis de la misma medicina.
Además, ha comentado que, si los legisladores no aprueban ese estímulo antes de fin de año, para él será prioridad que lo hagan después de su toma de posesión, prevista para el 20 de enero.La economía de Estados Unidos tuvo en el tercer trimestre del año la primera contracción (un 0,3 por ciento) desde 2001, las cifras de desempleo y ejecuciones hipotecarias llegan a niveles sin precedentes en varias décadas, mientras se contrae el gasto de los consumidores.
Las expresiones de unidad ante la crisis y cooperación para las soluciones, contenidas en el comunicado del G-20, quedan pendientes del dilema que encara Obama, un político que ha atraído gran simpatía en el resto del mundo pero que debe atender, primordialmente, a su país."Nunca olvidaré a los trabajadores en Galesburg que encararon el cierre de una fábrica a la que habían dado sus vidas, y se preguntaban cómo proveerían cuidado de la salud a sus hijos enfermos, sin empleos y con poco ahorro", subraya Obama en su carta al pueblo de Illinois."Los problemas que encaramos como país son ahora más numerosos y difíciles que cuando yo llegué a Chicago", añadió el presidente electo, quien durante la campaña prometió que revisaría los pactos comerciales que EE.UU. ha firmado con otros países y a los que él atribuye la pérdida de millones de puestos de trabajo.
La cumbre resolvió que el G-20 tendrá otra reunión antes del 30 de abril, lo que abre un plazo de unos cinco meses y medio durante los cuales el mundo probará si la crisis financiera global puede esperar a que Obama llegue a la Casa Blanca, y da al nuevo presidente apenas dos meses para marcar el nuevo rumbo."El grupo (G-20), que se reunió por menos de seis horas en el Museo Nacional de la Construcción, dejó las decisiones más difíciles para encuentros futuros", señaló el diario The Wall Street Journal."La próxima pone presión sobre Obama para que encare un nudo de asuntos económicos y regulatorios cruciales inmediatamente después que asuma su cargo", agregó el rotativo. ( Washington, EFE).
fuente:larepublica.com.pe
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