
Tras varias postergaciones, el presidente Alan García presentó ayer el plan anticrisis, destinado, según palabras del gobernante, a garantizar el empleo y el crecimiento del país frente a los embates de la crisis internacional. Sin embargo, en opinión de los analistas, este plan está demasiado focalizado en la gran economía, la integrada por el gran capital privado, la cual se beneficiará del incremento del gasto público, dejando fuera a otros sectores que ya sienten el impacto de la crisis. Y es que, para García, proteger la economía peruana de la crisis durante el 2009 pasa por utilizar préstamos internacionales por US$3 mil millones, ya conseguidos por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y otros US$7 mil millones por concertar, para poder elevar el gasto público hasta en 18,000 millones de nuevos soles, los que se destinarían a obras de infraestructura en el 2009.
“El gasto de inversión de hasta 18,000 millones en el 2009 es fundamental para que se mantenga tanto el empleo como la calidad de vida”, señaló García, quien indicó que éste se centrará en 28 proyectos de inversión con financiamiento externo.
En ese sentido, puntualizó que ante la crisis financiera internacional el gobierno buscará sostener la demanda interna y generar más empleo para mantener el crecimiento económico del Perú en el 2009. "Tenemos que sostener la demanda interna y generar más empleo. Si la demanda internacional por la crisis que agenda a los grandes países va a disminuir, nosotros tenemos que sostener nuestra demanda interna, y no hay mejor sector para generar empleo que la construcción", añadió.
Trato desigual Para el economista Julio Gamero, el conjunto de medidas presentado por García parte del error de considerar al sector construcción como el principal generador de empleo, cuando en realidad son las microempresas y la agricultura los sectores que emplean al grueso de la población.
“Con este tipo de medidas, el Estado compensa la menor inversión que se viene dando en construcción por parte del sector privado. Sin embargo, para la microempresa sólo se ha implementado una línea de crédito con la CAF por 300 millones de dólares, y sólo para las que exporten. Es decir, los sectores que generan mayor empleo son los menos beneficiados con estas medidas”, sostuvo.En ese sentido, sugirió que una buena medida para asegurar el empleo en el sector industrial sería el de aplicar salvaguardas a algunos productos.
“En un contexto con un TLC con China, es necesario que ciertos productos estén protegidos”, refirió. No frena déficit Por su parte, el analista económico Félix Jiménez advirtió que al elaborar su plan anticrisis, el gobierno mostró su total desconocimiento a lo que sucede en el sector externo de la economía, donde se viene observando desde hace tiempo un fuerte deterioro de la cuenta corriente de la balanza de pagos. “Entre setiembre y octubre existía un déficit comercial de 515 millones y se aumentó en noviembre en 1,000 millones de dólares. Si a esta cifra le sumamos los 9 mil millones por la reducción en la ventas de productos primarios, el déficit comercial al finalizar el año representaría el 6% del Producto Bruto Interno (PBI). Pese a ello, el plan anticrisis carece de medidas para frenar el déficit comercial”, sostuvo Jiménez.
En ese sentido, resaltó que al deteriorarse la cuenta corriente de la balanza de pagos, también se devaluará la moneda nacional, y previó que, al darse este panorama, el temor latente a la inflación que padece el presidente García lo obligará a utilizar nuevamente las reservas internacionales del BCR para controlar el alza del tipo de cambio. “De continuar malgastando el fondo del BCR la crisis financiera nos afectaría más, recordemos que en lo que va del año ya se utilizó 7 mil millones de dólares”, anotó Jiménez quien agregó que el plan anticrisis debió contemplar la aplicación de medidas arancelarías.Por su parte, el economista David Tejada calificó el plan como “una medida tardía que ratifica el espíritu neoliberal y pro empresarial del gobierno”, y advirtió que el plan no ataca el problema de fondo de la actual crisis financiera: el modelo neoliberal.
En opinión del especialista, el gobierno debió elevar los salarios a los trabajadores, los que permanecen estancados hace más de ocho años, para, de esta manera, incrementar el poder adquisitivo del mercado interno. “Sin embargo el gobierno cree equivocadamente que dicha medida afectaría la rentabilidad de las empresas y como éste es un gobierno que defiende los intereses de los empresarios antes que los de la gente del pueblo, el aumento es un tabú”, acusó.Por su parte, el economista Gonzalo García también consideró que el Plan Anticrisis es una medida tardía, además cuestionó la efectividad o éxito de las disposiciones o medidas presentadas ayer, teniendo en cuenta que no están contempladas en el presupuesto fiscal 2009.
fuente:diariolaprimera.com.pe
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