FUENTE : RPP.COM.PE Por Corina Delgado
Estamos en temporada de exámenes parciales y es necesario preguntarnos cuánto hemos aprendido. Finalmente, los cursos en la universidad o en los institutos no son gratuitos y los pagamos porque, se supone, nos ayudan a dominar nuestros intereses intelectuales. Eso no asegura que vayamos a ser genios, pero al menos déjennos intentarlo.
Para ser un alumno destacado, tal como se indica en el Plan Estratégico Sectorial Multianual de Educación del Perú al 2011, "la calidad de la enseñanza es un objetivo principal". Esta requiere, por sobre todas las cosas, buenos profesores, un apropiado material de estudios y herramientas innovadoras. Los tres elementos son imprescindibles para la educación superior, pero la realidad nos muestra que muchas instituciones no tienen ni siquiera buenos profesores.
Estamos en temporada de exámenes parciales y es necesario preguntarnos cuánto hemos aprendido. Finalmente, los cursos en la universidad o en los institutos no son gratuitos y los pagamos porque, se supone, nos ayudan a dominar nuestros intereses intelectuales. Eso no asegura que vayamos a ser genios, pero al menos déjennos intentarlo.
Para ser un alumno destacado, tal como se indica en el Plan Estratégico Sectorial Multianual de Educación del Perú al 2011, "la calidad de la enseñanza es un objetivo principal". Esta requiere, por sobre todas las cosas, buenos profesores, un apropiado material de estudios y herramientas innovadoras. Los tres elementos son imprescindibles para la educación superior, pero la realidad nos muestra que muchas instituciones no tienen ni siquiera buenos profesores.
¿DOCENTES DECENTES?Buenos profesores son aquellos que, además de ser inteligentes, también son docentes, es decir, tienen didáctica (según su etimología, "tener arte para enseñar"). Sin embargo, a veces se contrata a muchos profesores destacados que no son necesariamente didácticos.
Todo esto no es casual. La respuesta está en los criterios que se utilizan para contratarlos. Estos criterios dependen de cada universidad, pero no difieren mucho entre una y otra. En los casos de la UPC, la Universidad de Lima y la Universidad Nacional de Ingeniería, se evalúa el currículum de los interesados, se los entrevista y, en algunos casos, se les realiza un examen psicológico o se les pide una clase modelo. Frecuentemente, son los decanos de las facultades los que proponen a los candidatos.
A pesar de esos filtros, los problemas subsisten. Para York Jaimes (22), alumno de la facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, "hay profesores que faltan y avisan a última hora, o llegan tarde y no dan explicaciones".
Problemas parecidos ocurren en la Universidad Ricardo Palma, según Juan Pablo Guerrero (25), alumno de la facultad de Arquitectura: "Algunos profesores son relajados, llegan tarde y no te avisan".
Los estudiantes sostienen que la falta de metodologías de estudio es un problema recurrente. Javier Bendezú (25), alumno de la facultad de Comunicaciones de la PUCP, dice que "hay algunos profesores que no son didácticos y no se dejan entender", mientras Sara Jiménez (21), alumna de la facultad de Derecho de San Marcos, destaca que "nunca falta el profesor que carece de técnicas de estudio".
Aunque pareciera que las quejas de los alumnos no son del todo recogidas, es preciso rescatar los esfuerzos que se hacen en muchas universidades e institutos para mejorar la calidad de sus catedráticos mediante encuestas de evaluación docente dirigidas al alumnado. Estas fichas permiten ver las fallas del profesor y darles, según los resultados, determinada prioridad en capacitaciones gratuitas para reforzar sus métodos y su manejo de recursos tecnológicos.
Por eso, en consideración del dinero que invertimos en nuestra educación y del prestigio de cada entidad educativa, exigimos tener docentes y no personajes para 'aclamar' cuando nos dan clases.
Para la psicóloga educacional María Isabel La Rosa, "la mejor herramienta de los docentes es tener una práctica reflexiva con los estudiantes sobre qué es lo que aprenden, por qué lo hacen y para qué les va a servir. La clase no debe ser un espacio solo para transmitir información, sino también un espacio de discusión".
Más claro ni el agua.
Perfil del profesor incompetente
No genera el debate ni el trabajo en grupo.
Lee las diapositivas tal cual están escritas: no las explica ni da ejemplos.
Con frecuencia cuenta sus experiencias vivenciales en la clase y no desarrolla el curso.
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