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lunes, 26 de mayo de 2008

El decreto del hortelano

Un asunto que se viene comentando desde la semana pasada es el D.L. 1015, más conocido como “el decreto del Hortelano”, una norma emitida por el Ejecutivo que facilita la venta de las tierras de las comunidades campesinas y hasta su disolución. Un poco denso, pero Nelson Manrique lo explica bastante bien hoy en su columna de Perú.21 .
Hasta ahora, la decisión de vender las tierras de las comunidades a terceros (empresas mineras, por ejemplo) requiere la aprobación del 66% de los comuneros calificados, pero la nueva norma reduce esta cantidad al 50%, no de los comuneros calificados sino de los asistentes a una asamblea. Mirko Lauer ha escrito que bajando de 66% a 50% la valla esta sigue alta, pero esta se ha bajado bastante más: asumiendo que una asamblea sea convocada regularmente (digamos con un quórum del 50% más 1 de los comuneros calificados), bastaría que la mitad más uno de estos votara a favor para que pudieran decidir por todos.
En una comunidad con mil comuneros, por ejemplo, ya no sería necesario el voto de 660 sino de 251. Así, la cuarta parte de los comuneros podría decidir hasta la liquidación de la comunidad.
Hasta aquí, todo es debatible. Números, representatividad, participacionitis… Uno pensaría que hay que escuchar a los directamente afectados, las comunidades campesinas (que se van al paro como protesta por esta medida). Sin embargo, esta mañana en Canal N, Jorge del Castillo responde a las preguntas de la prensa y se produce el siguiente intercambio:
- ¿Por qué las organizaciones campesinas están protestando contra esta norma?- ¡Porque no saben! Desde Lima los engañan…
Y Jorgito empieza a explicar que unos “limeños interesados” están engañando a los campesinos. Y entonces, otro periodista insiste con el tema y Jorgito retruca “no saben, pues, si ustedes que son periodistas no están bien informados, imagínense los campesinos“.
Hombre, ¿no es al revés? O sea, los directamente afectados por el DL 1015 son precisamente los campesinos y ellos saben por qué se están quejando. Definitivamente van a estar más informados que nosotros los periodistas que tenemos una visión más bien superficial del asunto. Es más: si el gobierno los hubiera consultado antes de lanzarse con ese decreto, no habría protestas de las organizaciones campesinas. Pero, nah, qué los va a consultar, si los campesinos no saben nada, facilito nomás cualquier limeño los manipula.
¿El decreto del hortelano? El decreto del gamonal, más bien…
Blog:
El decreto 1015 o cómo el gran capital salvará al país (el morsa)

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